El ojo de buey se considera la piedra de fuerza y voluntad. Simboliza el enraizamiento y la conexión con la tierra. Fomenta la seguridad y la entereza. Empuja a tomar la iniciativa, a emprender nuevos proyectos y a alcanzar objetivos a pesar de las dificultades encontradas. Fomenta la confianza en uno mismo y la independencia.